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SOY ALGUNAS PALABRAS

Rene Magritte. La gratitud infinita. 1963

Permítanme ser estas palabras.

Aquello que se desprende de la inmensidad

golpea la campana de mis sentidos

y el eco sigue su órbita buscando el oído de Dios.


El valle de la vida tiene grietas

que llegan desde el fondo de la nada.

¡Aaay!…la ajena vida, en sangre orbitando

aquello que golpea los tambores eternos de la palabra

condenada a gritar o morir…


La vida no ha elegido otro lugar para vivir y morir.

Mi lengua se mueve en el idioma universal del viento:

escucho voces, escucho palabras sonando en coro.

Escucho corazones latiendo igual que el mío.

La vida no ha elegido otro lugar para vibrar.


Todo cuanto del infinito viene pasa por el vientre del reloj

y se purifica como el corazón humano en pálpitos,

tiene sabor y olor a pensamiento;

aún siendo montaña tiene forma espiritual

y despierta las formas de las cosas,

desdobla en tañido su misterio.


Mírenme: la vida no ha elegido otro lugar para vivir y morir;

el diablo no ha encontrado otro lugar para proponer su mal;

Dios para defender su creación.

La piedra cae en la sonora tecla del papel,

Dios lo escucha y nunca más el silencio,

nunca más el ojo cerrado que sueña las galaxias.


Escúchenme, las cuerdas de la vida

no vibran sin la espada de la muerte.

El grito no nace, estaba entre su ir a nacer

esperando ser grito sobre toda explicación.

Mírenme: la vida no ha encontrado otro lugar par vibrar.

Dios, la materia el diablo en el templo de la vida.


Lo desfigurado de mi palabra, el ruido del amor: miren mi palabra.

¡Apártense las sombras que la luz busca apagarse!

¡Haré de ustedes mi nota musical, lo infinito!

Cada uno de sus rostros hará vibrar aquello que en mí es sonoro y asciende a palabra.


Este instante…escúchenlo pasar, existe por el brillo de sus ojos,

yo existo por el brillo de sus ojos.

Haré de ustedes mi nota musical, lo infinito.

Mírenme por última vez

me bebo en luz sus rostros, escucho sus corazones palpitar,

hacen música con el mío.

Haré de ustedes mi nota musical, lo infinito.


Autor Fidel Eslava Bernal



(Nota, texto cedido a IDARTES en el mes de noviembre 2018)

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